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9 ene 2013

Bonita oportunidad para indignarse


Sin la menor vergüenza, sin un ápice de pena, los pordioseros pandilleros  del partido nacional (fanáticos de Carias y Hitler) que hoy nos gobiernan, pasaron el comienzo del 2013 en Miami, me refiero  a Lobo,  Álvarez y Juan Orlando. Me importa un pepino donde hayan pasado, de mi parte  pueden salir  de la  órbita terrestre y pagar un viaje turístico a la luna. El hecho es que el descaro,  y como dije la ausencia  de pena y dignidad  es demasiado atrevida, dejar un país en violencia y empleados públicos  sin su respectivo pago, es propicio tales acciones para la indignación. Lo que menos deberían hacer es dar explicaciones a sus gobernados.


La historia dirá: Erase una vez 4 dientes a un hombre pegado.

Un viaje a Miami para quien tiene los medios es un derecho y cualquiera que  haya tenido  la dicha  de ubicarse  en la clase media  alta puede darse el taco, vemos a menudo la desesperación de  personas que les da por hacer público sus viajes  publicando sus fotos en redes sociales. Es normal yo lo haría   también, sobre todo cuando no estamos acostumbrados  a salir de nuestros pueblos. Pero estos inútiles, más peligrosos  que un marero, lo que menos les conviene es que la mayor parte  de ciudadanos se den cuenta  como despilfarran  el dinero que debería servir para pagarles a los maestros y demás empleados públicos, sin hacer la menor bulla porque están acostumbrados   a soñar  la vida de magnates, al rumor no de selvas hondureñas sino de casinos o circos en las Vegas Estados Unidos, salen del país lo más callado posible. Me hubiera gustado estar en los zapatos de un periodista cualquiera y preguntarle: ¿señor presidente no siente pena y vergüenza que mientras usted  disfruta año nuevo, miles de empleados  están sin pago?  No escuché un tan solo periodista en preguntarle al respecto, es increíble  cómo le toleran la sonrisa hipócrita a este cuatro dientes a un hombre pegado.

Si hay algo detestable  desde mi punto de vista  es un ladrón, más que un asesino. El ladrón comete todos los pecados, niega sus robos por lo tanto miente, le roba el pan a quien se lo merece  y por último está dispuesto a matar, ¿a cuantos han asesinado por la falta de medicamentos? Hay asesinos por defensa propia, pero el ladrón es lo más detestable que pueda existir, y que en este país existen por docena. El ladrón político no solo   roba con sus despilfarros el sueldo del obrero  también roba verdades, sueños y esperanzas. Esta clase de plaga no se da cuenta  ni observa  tantos ejemplos  históricos  que han desembocado en sangre. Parece que la historia no les advierte que  por  1789  un pueblo enardecido, no tuvo más remedio que agarrar piochas, palas, palos, machete y todo lo que pudiera servir de arma para llegar a un castillo  llamado  La bastilla donde una reina y un rey vivía  con toda clase de lujos, cuyo destino de esos reyes terminó   con sus cabezas   en el filo de  una guillotina, si no leen  historia  estas sanguijuelas  del partido nacional pueden recordar recientemente lo que se le conoce como la Primavera Árabe, cuyo protagonista fue Mohammed Bouazizi, un simple vendedor  de verduras  que encendió la mecha.


Lea "a veces soy Mohamed Bouazizi": 
http://honduraslitrev.blogspot.com/2012/09/a-veces-soy-mohamed-bouazizi_27.html


No se equivoquen al creer que nuestro pueblo es sumiso, pueda que en el golpe  de estado no se tuvo el valor  de empuñar armas, engendros mal habidos del partido de  Carías y Hitler, ¿Qué negociaron   junto a los banquetes del año nuevo?,  me imagino que los próximos paquetazos. Han puesto precio al estómago de cada empleado público, que no recibió su pago de aguinaldo y vacaciones.

Tengo fresca la memoria  cuando el traficante  de bendiciones, el mercader  de Dios, el que da las  bendiciones  solo a las bodas de los neronitos y caligulitas  hondureños, ese energúmeno una vez dijo: “son ladrones los que cobran  un salario  y no trabajan”. Se refería a los maestros que en aquel  entonces peleaban por sus derechos. Digamos  que ese engendro del mal haya  tenido  la razón en esos días, pero  y en estos momentos le pregunto: ¿Quién es el ladrón  que ha dejado a muchos  docentes  sin su respectivo pago? Sobre todo cuando se ha trabajado incluso más de los 200 días de clase del año 2012. El cardemal  debe estar ocupado  oficiando misas a cambio de créditos e indulgencias. Son por esta clase de farsantes que los valores espirituales se han perdido en la sociedad. Reconozco y admiro a Romulo Emiliani, solamente, sus reflexiones me parecen sinceras y honestas.

Por último hago un llamado  para que algún  diputado  que tenga cerebro de humano y no de animal, introduzca  una ley  en donde  se establezca que cada vez que  le atrasen el pago  a cualquier empleado público, sobre todo aquel que tiene  plaza permanente, también  le paguen el interés por esos días de atraso. Tal como hacen las instituciones crediticias cuando no se les paga algún crédito.

Dejemos que nos roben nuestro salario, que nos lleven la comida, pero jamás permitamos que nos roben la esperanza, los sueños y las ganas de seguir luchando por un mundo mejor, justo  y equitativo.






Escrito  por Josué Edmundo Polanco
edmundo_polanco@yahoo.com

6 ene 2013

Hugo Chávez y el socialismo que no muere.


La mejor frase que el  presidente Hugo Chávez pudo haber dicho  y debió  decir, después del triunfo contra Capriles es: “después de esta victoria mi  muerte ya no importa”.  La oposición deberá reconocer que lo peor que pudo haberle pasado es que su  muerte se esté  dando  siendo un triunfador ratificado por la mayoría de su pueblo, en las elecciones del 7 de octubre. Hay algo del que no se han dado cuenta  los detractores chavistas y es que Chávez puede ser más valioso muerto que vivo al socialismo. La depravada alegría que algunos están musitando  en foros es tan efímera como es la vida,  pareciera que no hay conciencia que también los gusanos  esperan por todos. Pero es normal, las grandes influencias que forjan los hombres  históricos  tienen dos  efectos; un odio acérrimo  y   un amor profundo. Si buscamos sentido a la historia, todos los grandes idealismos han logrado  mantener vigencia después de la muerte de sus mentores. Aunque Chávez no invento el socialismo, al igual que Vladímir Ilich Lenin, Mao Zedong se convierten en referencias importantes para futuras generaciones.

Hago referencia de  lo que dice el psicólogo Vladimir Gessenun: En el hipotético de que Chávez partiera de su vida humana, –lo cual no deseamos, todo lo contrario- lo haría en pleno ejercicio de sus victorias políticas, y con una popularidad sin precedentes en Hispanoamérica. Su leyenda incluiría que venció su reciente contienda electoral en medio de una terrible enfermedad y –sin serlo- se transformaría en una especie de héroe-mártir en el imaginario colectivo latinoamericano.

Adam Smith, uno de los grandes economistas de  Inglaterra  enamoró a los capitalistas de la revolución industrial con sus teorías. Para Smith solo con la propiedad privada  y la ambición que es inherente al humano se logra  riqueza. Pero después el socialismo entra en escena con Marx, en que la clase  trabajadora es la que debe tener el control de todo, además es el estado el que debe controlar las estructuras del  país. Marx tiene razón; la historia de la humanidad ha sido una lucha de clases a lo largo de toda la existencia humana.

Hay que reconocer que  en muchos casos la empresa privada  tiene más orden para manejar la economía, precisamente por ese sentido de pertenencia y propiedad. El empleado  del estado  no,  su pensar es; para que voy a cuidar ese pupitre, para que voy a cuidar esa pizarra, para que voy a cuidar esas gasas y esos guantes, para que voy a cuidar esa Jeringas,  de todos modos no es mío.   Vive en un conformismo absoluto, despilfarra, haraganea hasta la saciedad, se cansa de estar cansado, hace orgias  en las embajadas, y  viajan a pasar vacaciones  obviando tantas responsabilidades, sería injusto alejarnos de esta verdad, así como es justo reconocer que muchos empleados del estado  se ganan el sustento con dignidad.  Es por ello que el socialismo funciona mejor en regímenes autoritarios, la mano dura se vuelve una necesidad  obligada. 

En países latinoamericanos, en el caso de Honduras, no ha funcionado el sistema neoliberal y capitalista  tiene su función perfecta para unos pocos. Lo que pasó en Venezuela es simple, se cansaron de una clase política corrupta, un país rico en petróleo, pero que esos beneficios solo llegaban al buche de  ellos, entonces el pueblo  se arriesgó con el socialismo, ¿qué otras opciones tenían los venezolanos?  Y si  nuestro país lo rigiera un sistema  socialista y observara la miseria  que actualmente observo, promulgaría capitalismo  y punto. Es así de sencillo.

                                      Escrito por Josué Edmundo Polanco               
                                           edmundo_polanco@yahoo.com