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15 nov 2015

Duele Siria, duele Damasco, Duele Alepo también


Colaboración de Marden Alberto Gutierrez

Por supuesto, obviamente esos ciudadanos de Francia que nada de culpa tienen ni cargan sobre sus conciencias la miseria y rastro de lágrimas, sangre y destrucción que en complicidad de los gobiernos de Occidente o la OTAN han maquinado en Oriente medio.

No expreso con el sugestivo título de este artículo, ignorar lo condenable que ha de haber sido ver el terror, sentir la guerra, oler la sangre, el llanto, el grito mudo ahogado en la impotencia de este 13 de noviembre en Francia.

Tampoco condeno la tendencia de poner en los perfiles de las redes sociales la bandera de Francia como solidaridad por tan condenables hechos. Semejante carnicería llevada a cabo expresa un sentimiento de solidaridad aun con pueriles acciones, y llamo a todas aquellas personas que critican ese acto que toleren la ignorancia. “A veces yo soy ignorante, por ello también a veces soy feliz”. La ansiedad de conocimiento y descubrir la hipocresía del mundo actual me causa dolor, esa cosmovisión que tengo del mundo, en interpretar los acontecimientos en esta aldea llamada Tierra, me causa tristeza, una pérdida de fe en la humanidad brutal. Pero aun el descubrimiento de las verdades por mucho dolor que cause hay que buscarla. Recuerdo una escena donde Cyper le dice al agente Smisht, mientras saborea un bistec: "Sabes, sé que este filete no existe, sé que cuando me lo meto en la boca es matrix la que le está diciendo a mi cerebro, es bueno y jugoso, después de nueve años sabes de que me he dado cuenta; la ignorancia es la felicidad". Frase más lapidaria, condenable pero detestablemente cierta.

Ya días observé ese video que dejo en el Link, y directamente en esta publicación, no tendría argumento esos 7 minutos y 34 segundos si esa ciudad hoy en día existiera, pero me conmueve observar esa honesta o sincera sonrisa del taxista, ¿que sería de esa pobre alma, su familia; hijos, esposa?, ¿estarán refugiados en Europa?, ¿muertos?, ¿ya enterrados entre escombros?, ¿imaginaría en 2010 que esa ciudad de Alepo hoy 2015 sería solamente piedra sobre piedra y que Damasco estuviera igual?, ¡ese mercado de colores, árboles y calles limpias de bocinas en los automóviles, de gente trabajando, serían arrebatados por misiles de la prostituta OTAN¡. Por eso me duele Alepo, igual como duele la miseria de mi patria, pero que siendo honestos hoy esas personas sufren más que nosotros. Para que entienda este párrafo vea el video y observe esa imagen capturada del mismo, el antes y busque imágenes de Alepo del después hoy en día, tal vez así deja de ser feliz por un momento y reflexiona un poco que la sangre del pueblo francés no debe justificarse por las decisiones de sus propios gobernantes mal interpretadas por la animalidad de fanáticos religiosos y radicales. Tampoco estoy diciendo que los ataques terroristas en Europa se deban exclusivamente por la guerra en Siria, lo expresé el 15 de enero de 2015 en el artículo “Cría cuervos” la decadencia moral e hipócrita de Occidente, todo ha sido un proceso sistematizado en su lucha terrorista que comenzó a inicios del presente siglo, no hace falta ser profeta para interpretar lo que viene.

Hoy en día muchos abogan por que no haya religión, de hecho la religión hoy por la mayoría de intelectuales sigue siendo ese “bastón peligroso” en que se apoya la mayor parte de los seres humanos, ¿pero no es también las ideologías extremas, las posturas ateístas, del raciocinio puro, del humanismo frio, tendencias intelectuales, comunismo, capitalismo, igual un peligro para la sociedad cuyo “bastón” se apoye en misiles igual de peligrosos que lo promovido por tanto idiota que grita “Ala Al-akbur” consciente que por su dios su causa se justifica? cuánta razón estimado lector, tenía Kant, el filósofo alemán, al entender nuestra irrefutable condición humana de cargar en nuestro interior dos principios; la animalidad y la razón tan necesarios en la vida ambos, pero que el péndulo de estos dos extremos que sensibiliza nuestra condición es precisamente la educación, si un hombre está atacando a mi esposa e hijos no hay momento para ser razonable, y observar que el “animal” que ataca mi familia es de mayor estatura y no podría hacer nada, de ello me olvido y he de actuar como un animal también, mi animalidad es necesaria. Pero el ser razonable; ¿no nos vuelve fríos, sin sentimientos, también? ¿Cuántas guerras se han justificado en nombre de la razón, barbaries por la razón religiosa, ateísta e intelectual? estas disyuntivas, deben darse respuesta solamente a través de una educación que sensibilice al ser humano, dejar de ser ignorantes aunque si ello demande el sacrificio de no ser feliz, aunque sea doloroso. Extremistas solo en la justicia, en la paz y en el amor.

La “chorrera de porquerías amarillistas” y alguna que otra información interesante que lanza CNN, NBC, Fox News, Al Jazeera de todas las corporaciones de medios, no hay que dejarlas de ver, sino desnudarlos con videos como ese, las redes sociales si bien es cierto especulan la información, pero en su mayoría sirven para revolucionar el pensamiento. Hoy en día no son los medios los que tienen y se preocupan por la objetividad, pues todos, absolutamente todos responden a intereses, en la actualidad es nuestra tarea y con la sinceridad de nuestro pensamiento que nos toca ser objetivos, es en vano exigirle objetividad a los medios, hago énfasis en decirlo, es tarea nuestra y personal ser objetivos.
Es necesario recordarles a los lectores la violación de los derechos humanos como política de Arabia Saudita, pero eso no lo va encontrar usted en los medíos antes mencionados, es una decisión suya hacerlo, allí usted observará prejuicios solamente en las naciones donde, en los mapas, la OTAN y USA señala con los “dedos rufianes” las naciones próximas a ser atacadas. El ejemplo de Arabia Saudita es una hipocresía más que evidente. La gran diferencia es que la nación de “jeques” negocia y se prostituye con los amos del mundo.
Lamento que la mayoría de las personas todavía y sobretodo en estos países en vías de desarrollo, no tengan acceso al internet; último peldaño de libertad y criterio propio que nos queda en este “mundo civilizado”. Otras personas tal vez es que no tienen voluntad y sus principios están muy dogmatizados prefiriendo seguir siendo felices en su ignorancia.


Si es verdad que hay momentos en que pierdo fe en la humanidad, hay detalles simples como una nube, una sonrisa, un abrazo, el olor a tierra mojada cuando inicia la lluvia, una flor que retoña en una roca o un pianista interpretando “Imagine” enfrente de la tragedia, vivencias de una conversación honesta con un adversario político que al fin y al cabo compartimos las mismas preocupaciones, y que el prejuicio queda sepultado, todo esto es lo que todavía me hace pensar que tal vez mis nietos vivan en un mundo justo que aun con dolores y sufrimientos de la vida; la esperanza en seguir luchando por el amor al prójimo y cuya búsqueda del conocimiento solo tenga tal propósito.

13 nov 2015

Pensamiento de los grandes filósofos de la Ilustración sobre democracia y libertad relacionada con la educación, descritos por Ignacio Sotelo.



Ignacio Sotelo; politólogo, escritor y ensayista español  recoge el pensamiento de los grandes filósofos de la ilustración  como Locke y Rousseau, para develar la factibilidad de una educación democrática, ¿es posible concebir  una educación autónoma, libre y democrática en la actualidad?, ¿que entendemos por educación y democracia?, como docentes,  ¿cuáles  son las reflexiones que Sotelo nos hace saber y  como llevarlos a la práctica?, son las respuestas que nos interesa y muestran,  sino un camino, al menos una luz  filosófica en nuestro quehacer docente.

En su magistral ensayo: "Educación y Democracia" apela  al pensamiento ilustrativo que adquiere vigencia en nuestro contexto social y crítico ya que actualmente la crisis de valores y una sociedad en conflicto permanente no ha hecho más  que  poner de manifiesto la imposibilidad que educación y democracia, siga siendo una perenne aspiración en nuestro mundo pluralista y complejo. La democracia es un principio que ha perdurado en un concepto meramente retorico, pero jamás llevado a la práctica, al menos en Honduras, tan preciso es lo que manifiesta Sotelo sobre lo que se dice en los parlamentos con lo practicado en las  aulas de clases, por ejemplo  en Honduras además de leyes maquilladas  y discusiones pueriles sobre una “educación gratuita”, “sin exclusión”, “equitativa”, “democrática para todos y todas” dista mucho de la verdadera realidad social en nuestro país, para que un  político o funcionario estatal comprenda nuestra crisis educativa, tendría que estar bajo la piel de un docente  que no solamente encuentra desigualdades  en sus labores diarias, también hay un entorno  social de indiferencia, de exclusión e inequidad.
Es preciso señalar, tal como Ignacio Sotelo,  que la educación transmite inconscientemente valores, hábitos y actitudes  a través de la socialización, contrario a la instrucción que es un proceso ya formalizado. Los ámbitos de socialización con los que adquiere educación nuestro pueblo no es nada favorable, ya no solamente nos distrae la política  y el futbol, también medios de comunicación en su mayoría carentes de cultura, llenos de antivalores, donde la mayoría del pueblo hondureño se  acuesta con narco-novelas  y se levanta con el morbo de la sangre en las pantallas  y periódicos. Pero esta realidad no es ajena a Honduras es una realidad latinoamericana. La reflexión de Sotelo para ello es que los docentes; “eduquen al individuo de las influencias perversas que provienen de la socialización, porque   lo que el estado no puede resolver desde una dimensión pública lo tiene que encarar individualmente el educador”. Aunque en este mundo globalizado la educación a través de la instrucción conciba al individuo exclusivamente como sujeto laboral, nos obliga a una tarea de permanente investigación  del docente universitario  para  elaborar propuestas instructivas que humanicen al individuo. Una educación democrática que aspire a la exposición  máxima de cultura.
Ignacio Sotelo nos hace ver  el pensamiento de los grandes filósofos para reflexionar sobre la cosmovisión en el contexto educativo de la actualidad.
En su ensayo nos expresa como Rene Descartes inicia una revolución antropológica moderna que era incuestionable   antes del siglo XVII, cuyo saber antropológico consiste en la idea de “obedecer a Dios en esta vida y gozarlo en la otra” mientras la filosofía de Descartes  es “no aceptar nada como verdadero, antes de haber obtenido la evidencia que es así”
Locke aplica su filosofía al concepto de libertad, el filósofo ingles convive  en un  contexto de guerras civiles, y guerras de religión,  prolífico en  diferentes obras de carácter político, la educación para Locke tiene una finalidad mundana, -no religiosa- cuya aspiración no es otra que la felicidad, se enfoca en la integridad física, una educación que estime el cuerpo, enfatiza sobre la higiene  y alimentación para una vez conseguido un cuerpo fuerte y sano lograr la esencia del espíritu para no doblegarse ante los instintitos de la pasión  y aspirar  al dominio propio, solo estar sometidos a la razón propia. Son tres categorías que articulan el pensamiento pedagógico de John Locke: libertad, razón y hábito.
Sin embargo ese pensamiento racionalista  de Locke adquiere una frialdad que jamás puede ser democrática ya que la educación que propone Locke va dirigida  a una clase, cuyo principio es que; “basta que estén educados los de arriba para que funcione  toda la sociedad”.  
En  el ensayo de Ignacio Sotelo es Rousseau  quien ocupa el mayor interés, con la concepción de una revolución rousseauniana, hace una síntesis de la libertad natural y libertad moral que concibe el filósofo francés. La primera es una libertad inalienable así pues si coaccionamos la libertad del hombre retrocederíamos al estado animal de donde proviene. Sin embargo es una libertad egoísta, es el estado natural que lo convierte en algo perverso. En cambio la libertad moral depende del derecho de los demás, es altruista y tiene su limitante dentro del estado de civilización, e allí que para Rousseau el contrato social, es el acuerdo   máximo al que debe aspirar nuestra sociedad, pues dicha sociedad para el filósofo es comparable a una selva en que el grande se come al  más pequeño, y como docentes acoplar al individuo a esta realidad es el objetivo principal de la educación.
Es necesario recordar lo que Rousseau nos ha dicho sobre como “el hombre nace libre pero es la sociedad  quien lo corrompe”, es uno de los pensamientos más repetidos por nuestros maestros en la universidad, Sotelo lo interpreta como un encadenamiento  que nos convierte en esclavos de la opinión ajena, así para Rousseau   consiste en una alienación en la que “se deja ser uno mismo para convertirse en un remedo de lo que quiere la opinión de los otros”
Ante esta verdad, la democracia en el sentido fuerte del concepto resulta imposible, como dice Rousseau: “va contra el orden natural que la gran mayoría   gobierne y que la minoría sea gobernada” 
Es así que la educación más bien se muestra como una actividad compensatoria  de imposibilidad que pueda realizarse la democracia. Es una contradicción básica de la condición humana, “todo  está bien al salir de las manos del Creador, todo degenera entre las manos del hombre” La educación trata de facilitar la integración social del individuo y por otro tiene que evitar que el individuo  sea influenciado por las sociedades que se han degenerado por las desigualdades.
Rousseau plantea dos fines  de la educación: uno privado y otro público, el primero consiste en ayudar al educando a que permanezca fiel a su propia naturaleza,  que la libertad del individuo sea la paz consigo mismo y con los demás, cuyo fin al igual que Locke es la felicidad del individuo. La segunda finalidad consiste en preparar consciente y responsablemente al educando el puesto que le corresponde en la sociedad y en el estado. Concluye Sotelo: “El fin individual de ser feliz y el público de cumplir con nuestros deberes de ciudadano se complementan”
Las reflexiones de Rousseau no son menos que importantes para nuestra labor docente, entre ellas controlar  y si es posible modificar el medio para que el educando se realice como persona, la educación debe superar la socialización enfatizando a través de la instrucción.  Para Rousseau la instrucción retórica es innecesaria, la palabrería no cumple una función elemental, sino facilita al educando que cuestione la realidad, las cosas, aprender a pensar por sí mismo, propone una educación crítica consigo misma y con el mundo que le rodea. Se aprende a correr corriendo no enseñando con detalle cómo se corre, así también a pensar pensando.
La educación autoritaria enfoca el acto educativo en el docente, el educador es quien rige las normas, el educando se convierte en un receptor pasivo de la acción educativa, el contraste  sería con una educación antiautoritaria, enfocada en la individualidad bajo la premisa que todo individuo es único  y por ello es necesario como docentes adecuar el proceso educativo propio de cada educando. Nótese en esta pedagogía de este siglo la influencia de Rousseau con respecto a la libertad en la educación. Tal como nos hace ver Sotelo al citar la insistencia de María Montessori en el reconocimiento de la capacidad creadora del individuo.  Es entonces que el papel del educando es activo, el centro y fin del proceso educativo.
Rousseau  insiste en criticar la “retórica pseudopedagógica”  donde para el niño el catálogo de palabras no adquiere interés ni significado, y actualmente al igual que en el contexto histórico  del filósofo, hoy tales situaciones son posibles, al niño no le interesa, por ejemplo, los conceptos de valores sino llevarlos a la práctica creando el ambiente y las experiencias en el aula, el valor de la cooperación no lo entenderá el educando cuando  el maestro dicta la etimología de la palabra y el concepto amplio, sino realizando actividades didácticas que apliquen el valor. Los docentes hoy en día deben entender que los contenidos deben experimentarse en el educando, haciendo posible  el  principio fundamental como lo dice Ignacio Sotelo de crear una educación activa cuyo principio ha de ser básico en la didáctica.

Sumado a  las reflexiones anteriores vale preguntar entonces, ¿es posible  una educación democrática y una democratización de la educación? o ¿es una aporía la educación democrática?, es decir, una paradoja o dificultad lógica insuperable.
Sotelo aclara antes de llegar a conclusiones satisfactorias, que su intención no es resolver sino  exclusivamente plantear problemas  y dificultades, aclara que una educación democrática  es aquella que se imparte a todos por igual, a todos los miembros de la sociedad. Con ese concepto se da respuesta en el contexto de la actualidad hondureña que nuestra educación no está democratizada, y es tarea del educador  comenzar a democratizar la educación en su espacio pedagógico, aunque no exista la voluntad política por intereses de monopolizar la educación es nuestro deber luchar por una educación que compense la desigualdad social.
También entendemos por educación democrática una enseñanza que prepare para la convivencia democrática, en cuyos contenidos educativos se emplee determinados métodos  llevados por el estado que podría en otro sentido servir para calificarlos de totalitarios.
Así la democratización de la educación relaciona tres factores: enseñanza para todos, enseñanza estatal y enseñanza con métodos y contenidos democráticos.
La dificultad de llevar a cabo una educación democrática es el control del proceso educativo que el estado haga, hasta convertirlo en un monopolio que contrasta  con el pluralismo que caracteriza a la sociedad civil, por lo tanto no es fácil acordar un modelo educativo universalmente aceptado.
Sotelo nos dice que el Estado moderno se proclama de dos principios , en sí mismos incompatibles, por un lado neutral ante las diferentes cosmovisiones para no poner en cuestión el pluralismo que subyace en la sociedad civil identificándose con ideologías o determinadas religiones,   y por otro asume la responsabilidad de financiar, organizar e impulsar la educación en sus diferentes niveles.

Una verdad incuestionable es que la riqueza y bienestar de un país  dependen en muy buena medida  del nivel de educación que haya alcanzado.

En conclusión el ensayo de Sotelo está al alcance de todos,  de solo buscar “Educación y democracia” de Ignacio Sotelo en la red, encontramos  con mayor contenido las reflexiones aquí expuestas, ya que valiendo la  redundancia en términos, este ensayo es  una síntesis de una síntesis  que Sotelo hace de los pensadores   de la Ilustración.

A continuación la siguiente reflexión de Ignacio Sotelo nos deja pensativos y comprometidos en nuestra labor pedagógica:
La enseñanza se revela instrumento principal para conseguir la tan mentada igualdad de oportunidades. En la escuela deberían desaparecer, o por lo menos aminorarse, las diferencias sociales, de modo que prevalezcan las únicas que requiere una sociedad para ser realmente competitiva: las que provienen de la inteligencia  y del carácter.