Coincide una lectura de Oppenheimer sobre la creatividad para innovar, con un análisis que hago en el Modulo Tecnologías
de la Información y las comunicaciones sobre las TICs.
Citando a Oppenheimer del libro Crear o Morir, nos dice: “La prosperidad de los países depende cada vez menos de sus recursos
naturales y cada vez más de sus sistemas educativos, sus científicos y sus
innovadores” Bajo este concepto, vale el esfuerzo en reflexionar sobre
nuestra situación en América, específicamente en Honduras. ¿Qué hace falta
para que nuestro país en las próximas décadas
tenga un salto en su modelo educativo y competir a la par de países desarrollados?
Si bien es justo señalar que hay esfuerzos para tecnificar la escuela en
Honduras, no es lo suficiente para estar a la par con países en vías de
desarrollo, ni siquiera con Costa Rica. Al ritmo que vamos seguiremos en la
cola. ¿Culpa de quién?, escucharemos respuestas como falta de voluntad política,
la politización del sistema, la burocracia, la corrupción etc. Si bien en parte es así, hace falta
identificar más específicamente las causas y no los efectos, al fin al cabo los
líderes de nuestras instituciones políticas,
son el reflejo de nuestra sociedad, participamos de cualquier modo en
elegirlos. El cambio no está en otra profesión como en el docente, el ansia del
conocimiento, de la actualización, del estudio debe ser una actitud que nos
acompañe hasta el último aliento de nuestras vidas. ¿Está usted estimado
docente, culpando este miserable gobierno de sus miedos, frustraciones,
miserias? que en ello estoy de acuerdo, es un gobierno miserable invirtiendo a
lo loco en seguridad, y no en educación, y sabemos que vendrá o este se quedara
con la misma promesa de dar seguridad a esta miserable Honduras, dicha
situación no será eterna si usted como docente comienza un sentido crítico de
su vida, si transmite en ese padre de familia y alumno el entusiasmo por
evaluar su entorno. Entiendo, que entusiasmo y motivación puede haber en
docentes desmotivados, con problemas de
pago. Soy docente y hoy 1 de diciembre no recibo mi salario, por supuesto que
no me siento motivado, cuando esperaba mi pago el 20 de noviembre. Pero si
usted hace a un lado el conformismo y la
queja, tal miseria no será eterna. Los docentes en Honduras no solo han perdido
la dignidad sino la capacidad para exigirla.
Y será un proceso gradual, de aprendizaje y trabajo, por ello para
cambiar un modelo de educación en nuestro país, lo primero que debe haber en
nosotros es la motivación y si el estado no lo motiva ni dignifica su profesión
hágalo usted mismo, motívese, vea esos libros que tiene allí sin leer, observe esa
computadora que compró pero que tiene temor a usarla, hay una biblioteca en su
comunidad y usted no la visita ni mucho menos se afilia a ella, ¿A cuántos de
ustedes les agarro por sorpresa el SACE?, se queja como un demonio pero sigue
teniendo miedo a equivocarse, no se inscribe a un curso de computación, o no
hace el esfuerzo por tener internet que puede hacerlo si evalúa su presupuesto y suprime otros gastos que no tienen prioridad
y prefiere seguir pagando a usureros que le hagan todo en SACE, para usted eso
es confortable. Sigue esperanzado a que políticos lo llenen de motivación, le resuelvan
sus problemas, pregúntese sino será cuestión de actitud, comprenda que a nadie
le importa si usted es buena persona, un buen padre una buena madre, sus
problemas que se vayan al carajo, de millones de personas en el mundo solo el 0.0000001%
se interesa en usted; su familia. Al
país, a la sociedad le importa el compromiso que tiene en ser
productivo, punto.
Muchos vemos el modelo finlandés, con cierta nostalgia por no estar allí,
y cada vez que preguntan los investigadores
y periodistas reciben la misma respuesta;
es el maestro, la importancia que damos al docente.
Es así que llegó a esta conclusión, necesitamos un “atajo”, de actitud, de revolución y canalizar toda la creatividad en la innovación. Preguntaba en un discurso el expresidente Rodríguez
de Costa Rica: “¿Qué hicimos mal?”, y
pone de ejemplo países de Asía que hace 50 años eran más pobres que el nuestro,
Singapur, Corea del Sur, Finlandia
comprendieron que hacía falta un “atajo” para alcanzar las naciones
desarrolladas, no fue fácil pero hoy vale la pena. (Mi reflexión sobre ello está
aquí http://honduraslitrev.blogspot.com/2012/09/discurso-del-ex-presidente-arias.html)
Nuestro “atajo” está en que cada vez más la accesibilidad al internet será más barata, necesitamos los docentes
estar preparados para ello, el sinnúmero de posibilidades que hay para aprender
está en la red, dice el creador de Wikipedia Jimmy Wales:
"Lo fundamental ahora, y eso lo mantienen todos los expertos del
mundo, es concentrarse en que los alumnos sean competentes en el manejo de la
información. Hasta ahora, y desde la Ilustración de la que la Wikipedia es
heredera, se trataba de almacenar, racionalizar y memorizar datos,
conocimientos... La sociedad es otra y lo básico es saber organizar y manejar
la información que está a mano"
Y concluye con una lapidaria
premisa: “El nuevo analfabetismo no es no
saber cosas, es no saber usar la información”
No hace mucho expliqué el crecimiento exponencial al que estamos
expuestos y como la información modifica nuestro futuro: http://honduraslitrev.blogspot.com/2012/10/la-locura-del-futuro-sera-acaso-nuestro.html
ya sea para bien o para mal, nos viene o ya tenemos un mundo diferente, cuyo
sistema educativo es viejo, un modelo en donde se daban vacaciones a los alumnos para el
aprovechamiento del trabajo en las granjas, hoy en día las vacaciones a los
estudiantes sirve para enfriarles los
conocimientos adquiridos, nuestro modelo ocupa, que hayan proyectos importantes
en la escuela cuyo seguimiento sea imprescindible
la ayuda del padre, sobre todo en las vacaciones. Hace falta modificar el modelo educativo casi por completo,
estamos obligados los maestros a morir en la búsqueda del mejor modelo,
adquiriendo las competencias de estándares
propuestos por la UNESCO, sobre las TICs,
en esos estandares esta nuestro “atajo”
para sacar adelante nuestro país.
Atte. Josué Edmundo Polanco
1 diciembre de 2015