Dejaré por un momento
lo que tenga que ver con política y
literatura. Si bien el blog tiene características periodísticas con temas literarios, actualidades, también
el tema que voy a exponer es revolucionario. La etiqueta en que lo calificare
es en filosofía. Mil disculpas a todos los que me rodean y conocen por ser tan aburrido con estos temas
filosóficos pero le ruego no me juzgue
tan anticipadamente le garantizo que no se aburrirá al leer esto que escribo,
el estudio del tema así como experiencias son el método perfecto para exponerles
sobre la ciencia ficción para unos, o
realidad futura para otros. Para mí una locura.
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"Preparando la singularidad" fácil de encontrar en Internet |
Analizaré las disyuntivas y problemas éticos que el
futuro representa. Mis referencias han sido algunas películas y documentales,
también he vuelto a devorar lecturas
metafísicas de Aristóteles y Descartes y
algunas monografías que hacen referencia a estos filósofos. Sin olvidarme del
científico estadounidense Ray Kurzweil. En el
documental, "Preparando la singularidad",
escuchará frases o palabras como singularidad tecnológica, Jesús saltador,
transhumanismo y otros. Daré una
explicación de cada uno de ellos, a la manera de como los entiendo y percibo.
La
velocidad de la información y la tecnología crece exponencialmente. Si partimos
con el calendario de la era cristiana en el tiempo, metafóricamente partimos de un Jesús Saltador, que es el
nombre que se le ha dado a la aceleración de la información a lo largo de la
historia, en donde la información se duplica cada generación y se toma el año
uno, después de cristo para hacer cálculos, así que en el año uno había un
Jesús, en la edad media dos, la siguiente duplicación solo tardó 250 años donde
se observa el factor de aceleración, en 1750 cuatro Jesús, así sucesivamente,
después 8, 16, 32, 64, hasta llegar al punto que en una hora habrán más avances tecnológicos que los habidos en los últimos
2000 años. Esto se explica por qué la
tecnología hace posible otros avances más complejos y la complejidad
de esos avances crearan otros más
complejos. Espero darme a entender.
Le voy a explicar con una mega-metáfora que me he inventado: Digamos
que el medio de transporte es la tecnología,
ir a comprar un manual de cómo
realizar un robot a la librería es el
fin y el propósito. El manual o instructivo representa la información. Los tres
kilómetros de distancia es el espacio, las horas y minutos son el tiempo. Cada día
son mil años. Para hacerlo, el primer día voy
a pie. Me tardé dos horas, al siguiente alguien me llevó en una carreta
de caballo, ya solo me tardé, una hora, al tercer día en la familia querían el manual más rápido, me prestaron una bicicleta, me
tardé solo media hora, al poco tiempo
tengo una moto, para ir a traer el instructivo ya solo me estoy 15 minutos, por último
conseguí un Ferrari ya solo me habré tardado 10 minutos. Conclusión: “mientras más
rápido llega la información, más rápido construirán el robot.”
Si me
siguen dando tecnología para ir más rápido llegaré a un punto en que cada vez
iré más rápido hasta que instantáneamente llevaré la información en una
aceleración sin fin. Cuando la humanidad no pueda controlar los avances
tecnológicos habrá un infinito de
inventos, de máquinas y es esto lo que
los científicos llaman Singularidad Tecnológica, término acuñado por él
matemático y novelista Vernor Vinge en
1982. Yo le llamaré “Punto límite del conocimiento biológico”. Algunos
científicos creen que esto sucederá entre el 2030 al 2045.
Solo del
2000 hasta la actualidad, el 2012, hay innumerables inventos; pantallas táctiles, lentes
inteligentes como los de Google, GPS, supercomputadoras, celulares inteligentes
y faltan mejorarlos hasta un punto
desconocido. ¿Qué pasará en los
próximos 30 años? Por una parte es
impresionante, magnifico, es maravilloso pero por otro lado es aterrador y
escalofriante. Y me voy a enfocar en ese lado negativo. La guerra por conservar
la naturalidad humana. Muchos se rehusaran a ponerse microchips
como identificación o aparatos
nanotecnológicos en el cuerpo para hacerlo un transhumano. Será el
momento para un Armagedón, una alegoría para el final de los tiempos, un
apocalipsis, y en cada religión habrá un
Morfeo buscando un Neo. Cuando sea justo el momento se inventaran muchos mesías
y elegidos. Las conspiraciones de religiones contra otras. Todo un compendio de
ideologías, ideas, creencias que convergerán en una sopa difícil para digerir.
Por favor
ponga atención a este loco y aliste su rosario si es católico:
“Nos
convertiremos en dioses, punto, a quién no le guste que se aparte no tiene que participar, pero tendrá problemas si intenta interferir en el proceso
de mi conversión en Dios, porque habrá
problemas, habrá guerras”. (Richard Seed)
Son
palabras del científico y doctor Richar
Seed y siendo objetivo por un momento, supongamos que tenga razón y en el futuro los humanos no se distinguirán de las máquinas, supongamos que aquellos humanos originales que no han permitido en su cuerpo implantes y tengan la suerte de ser mascotas
de tales súper máquinas porque al fin y al cabo morirán, solo las máquinas
buscaran la eternidad, se extenderán por el espacio universal, espero tenga el
rosario todavía en la mano, entonces
llego a una triste conclusión; La serpiente, el diablo, tenía razón cuando dijo en el huerto de Edén: “No dejéis
que os engañe, él sabe que si comen del
fruto serán como él, serán como dioses”.
Si ha exclamado: “Virgen María Purísima”
o “pobre alma perdida” u “oveja descarriada”, de veras lo siento, entienda que
le estoy dando por un momento la razón a la locura de Richar Seed, no es lo yo
creo. Es lo que creería si eso pasa.
Después
pasa un momento en que estas máquinas
extrañen la antigua forma, y se den cuenta que no tienen alma ni
espíritu, una vez que hayan alcanzado la eternidad y vuelvan a crear
de nuevo, en otro lado o
universo, en una tierra, a un Adán y a una Eva para después volver a
ser nosotros. Es la única explicación que encuentro para los científicos físicos y los de la teoría cuántica que creen en un universo paralelo. Admito, es
una locura verdad.
La
eternidad para mí es aburrida y más
aspirar a ser Dios porque estar creando y descreando por todo una
eternidad me parece patético y aburrido, gracias a Dios que moriré un día, eso es bueno, lo desconocido
será siempre maravilloso, si yo, así lo deseo. O aterrador si satán esta con un
tenedor gigante al otro lado. Dios me libre. Y siendo un poco ignorante soy feliz, porque si lo supiera todo ¿Qué
propósito tendría indagar y asombrarse como el mismísimo Aristóteles lo hacía
en la antigua Grecia? Si lo supiera todo, quizá no tuviera alma ni espíritu,
solo un pedazo de carne y huesos, con una tripa en la cabeza por cerebro sin
sentido. Cyper decía en la escena de Matrix,
mientras saborea un bistec frente al
agente Smith –Sabes, sé que este filete no existe, sé que cuando me
lo meto en la boca es matrix la que le está diciendo a mi cerebro, es bueno y
jugoso, después de nueve años sabes de que me he dado cuenta; la ignorancia es
la felicidad. Un problema de percepción de la realidad pero con
el “Pienso, luego existo”, el célebre principio de Rene Descartes que me ha
costado entenderlo, pero ahora lo puedo explicar fácilmente, usted primero piensa para existir, es decir mientras
dormimos hasta que llega el sonido del
despertador y sus ondas sonoras al oído y nos despertamos, allí comenzamos a
existir, porque pensamos que estamos despiertos, estamos conscientes de nuestra
existencia, comenzamos a percibir la realidad. Pueda que durmiendo se filtren
sueños a nuestro pensamiento, pero si la cae un meteorito en la cabeza en un
profundo sueño, ni siquiera va a ser consciente de su muerte.
Pero una
piedra existe, si pero esa piedra no
tiene conciencia de su existencia, no
piensa. También para Descartes los animales son seres sin alma ni espíritu, existen para nosotros,
los animales son seres sin conciencia y llega a la conclusión que son máquinas,
un perro no sabe que va a morir, no
tiene metas, ni desea libertad, por ello es difícil pensar que una máquina, un
robot, piense como un humano y sueñe con la libertad tal como en la película, El hombre bicentenario
donde los robots son sirvientes domésticos pero uno de ellos
comienza a soñar, buscar objetivos, metas, soñar con liberarse. La
película es interpretada por Robin Williams, Sam Neill y Embeth Davidtz.
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De las mejores películas futuristas |
Si la
inteligencia artificial llega al grado de la eternidad y sean como dioses ¿podrán tener, alma, espíritu,
sueños?, ¿necesitaran el oxígeno estas máquinas, el elixir del aire? Imposible
saberlo, lo que sí es un hecho, es que los científicos están desesperados en caracterizar a los robots con formas
humanas. Al igual que Dios nos creó a
imagen y semejanza de él, también las personas realizan creaciones a imagen y semejanza.
Algunos
interpretan las palabras de Dios a Moisés
cuando este le preguntó: ¿Quién era? Y Dios le respondió: --Soy el que soy—Quiso decir: Soy el que seré— para algunos
científicos. Interpretan
estas palabras como una señal clara del
futuro en donde somos creados para
después crear.
Para el científico
Ray Kurzweil a quién
muchos consideran el Nostradamus de la
tecnología, por las predicciones que ha hecho
sobra la misma. Y que le ha atinado a casi todas, desde la caída de la
Unión Soviética por causa de las nuevas
tecnologías como los teléfonos móviles y máquinas de fax que restarían poder a
los gobiernos autoritarios, eliminando el control del estado sobre el flujo de
la información, el internet, hasta decir que en 1997 una computadora le
ganaría en ajedrez a un campeón mundial,
algo que ya pasó. Lo interesante del científico es que pone fechas y así han
sucedido los acontecimientos que hasta el momento ha predicho. Predice que en
el 2045 estará completado el salto evolutivo
y la "singularidad tecnológica" a lo que su humilde servidor, estimado
lector llama: “El punto límite del conocimiento biológico” sucederá en el 2045,
donde la evolución habrá llegado a la inteligencia artificial en robots y siendo estos los que harán su
propia generación.
Pero las
máquinas no serán el problema, el problema
será cuando esas máquinas una vez dotadas de conciencia, nos queden
viendo con sus ojos rojos y analizándonos
con el lente en su retina como si de un Supersaiyajin del Planeta Vegita se tratara, y se pregunten: --¿Y estos monos? Y exclamando
lleguen a la conclusión: --¡vaya, que insectos más divertidos¡- nos
entretienen, pero gastan nuestros
recursos, no dejan en paz nuestra libertad de tomar decisiones, debemos
aplastarlos, son una plaga. (Recuerde la película Matrix).
Sera
entonces cuando estaremos en serios problemas: “Empezaran asesinatos, muertes en masa, sabotajes y conspiraciones, la
peor guerra jamás vista” (Documental: Preparando la singularidad)
Según Kurzweil, nos recordaran como la sociedad que creó
las bases tecnológicas, para esa
sociedad máquina, él no cree que nos
recordarán como los seres humanos que le malgastamos sus recursos naturales.
Pero
pueda que esta vez el científico esté equivocado. Es toda una locura completa.
Siento y estoy de acuerdo con otro científico que se resigna diciendo: “Tengo sentimientos contradictorios sobre este tema, estoy
desgarrado por que es terrible y a la vez magnífico”
Escrito por Josué Edmundo Polanco 17/10/12.