Considero el
relato breve como un género que nació
para un mundo estresado, donde la
lectura de dos renglones pueda contener; personajes, argumentos, héroes,
villanos y de todo.
Desde Augusto Monterroso,
ganador del premio, Príncipe de Asturias, escritor que nació en Tegucigalpa
Honduras pero que decidió ser guatemalteco, mexicano y menos hondureño, hasta
el mundialmente conocido Eduardo Galeano. Son para mí los maestros del relato
breve.
Tal como lo había
prometido en la entrada anterior “La
palabra certera”
Puede leer la pequeña reseña aquí: (http://honduraslitrev.blogspot.com/2012/09/la-palabra-certera.html)
Eduardo Galeano nos hace el honor y privilegio al referirse al departamento de Yoro Honduras con el
relato “Lluvia” lo busque en
Internet pero no lo encontré, hoy lo
transcribo en este blog.
Galeano: Escritor que le pertenece al mundo |
De la mente de Eduardo Galeano salen palabras tan artísticamente relacionadas entre sí, son
palabras certeras y acertadas que
cuentan una historia o una anécdota.
En este caso nos hace referencia de un amigo y asesor del asesinado Presidente
chileno Salvador Allende, un tal Juan Bustos que decidió o mejor dicho
lo hicieron decidir exiliarse en
Honduras en 1974. A las penas, tristezas y maldiciones de vivir le interrumpe una lluvia de peces. En el relato
Eduardo escribe una frase que me llena de emoción y orgullo sobre la
lección y maravilla de estar vivo y la
suerte de nacer en América.
Ahora me doy
cuenta de lo que dijo Gabriel García Márquez en una entrevista con Plinio Apuleyo Mendoza recogida en el libro “El olor de la guayaba”
que la realidad mágica es tan fascinante porque son hechos y
acontecimientos que pasan en la vida,
son reales y de mágico solo tienen lo fantástico.
Para los amigos de
España, Estados Unidos que es donde tengo más visitas también para los amigos
de América Latina y del mundo entero, como hondureño les aseguro que la lluvia
de peces en el departamento de Yoro es un acontecimiento que se da casi todos
los años. Son fenómenos que lo estudian científicos sin dar explicaciones satisfactorias. Si mas
no recuerdo ya tiempos busque
información al respecto y tal parece que solo se da en dos lugares del que se
tenga conocimiento en el mundo, Honduras es uno de ellos.
Del libro “Cien Relatos breves” de
Eduardo Galeano:
LLUVIA
En Chile ha visto mucha muerte. Sus más
queridos compañeros han caído fusilados
o reventados a culatazos y patadas. Juan
Bustos, uno de los asesores del
presidente Allende, se ha salvado por un pelito.
Exiliado en Honduras, en 1974, Juan arrastra sus días de mala manera. De
los que en Chile murieron, ¿Cuántos murieron en lugar de él? ¿A quiénes
usurpa el aire que está respirando?
Lleva meses así, de pena en pena, avergonzado de sobrevivir, cuando una
tarde las piernas lo traen a un pueblo llamado Yoro, en el
centro y en lo hondo de Honduras.
Lluvia de peces del pintor hondureño Roque Zelaya |
Llega a Yoro porque sí, porque no, y en Yoro pasa la noche bajo cualquier techo. Muy de mañanita se
levanta y se echa a andar por las
calles de tierra, desganado, temando
tristezas, mirando sin ver.
Y de pronto, la lluvia lo golpea. Es una lluvia violenta y Juan se protege la cabeza. Pero
enseguida advierte que no es de agua ni de granizo esta lluvia prodigiosa.
Locas luces de plata rebotan en la tierra y saltan por los aires: – ¡Llueven peces! – grita Juan, manoteando los peces
vivos que caen en picada, desde las nubes, y brincan y centellan a su alrededor
para que Juan nunca más se le ocurra maldecir el milagro de estar vivo y para
que nunca más olvide que él ha tenido la
suerte de nacer en América:
—Y sí—le dice un vecino,
tranquilamente, como si nada--. Aquí, en Yoro, llueven peces.
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