Comayagua,
Sábado 22 de septiembre, 2012 8: 50 PM
Me pasó como les pasa a muchos,
juzgan alguna cosa o una persona sin conocerla a fondo. Hoy me pasó con una
ciudad. Ya había venido pero solo estuve en la sede de la Universidad
Pedagógica, no llegué hasta el parque como ahora. Hoy que vine por segunda vez,
estoy sorprendido. Comayagua es una ciudad bella, su amplio y limpio parque,
una iglesia histórica, un reloj antiguo, las calles especialmente diseñadas,
casas antiguas entre lo moderno y lo colonial, cafés bohemios, riqueza
cultural, bares exóticos y nada de vulgares que invitan sin ningún
prejuicio a tomarse una cerveza, sin perder la decencia ni condenarse en el
infierno con el pecado.
No hay duda que Honduras es un país
hermoso, lástima que la clase política arruina y avergüenza a los ciudadanos
honestos. Me llevaré una buena impresión de la ciudad, me gusta, me atrevo a
decir más que Copán Ruinas, excepto por los mayas quienes en su auge estuvieron
mas adelantados en conocimientos que los mismos españoles que conquistaron
América, pero eso es otro asunto.
El día que sigue al momento que escribo
estas líneas es domingo, es decir mañana. Espero que los museos estén abiertos.
Ahorita son las 8:50 PM bajo una tenue, nostálgica y bohemia luz de un
farol en el parque. En la tarde anduve caminando por aquí y en el quiosco
del parque estaba una orquesta de jóvenes interpretando música clásica,
¿acaso no es eso hermoso?, al rato me fui para un café, donde escribí el poema:
“Todo llega a su tiempo” y la prosa ya publicada en los blogs. El antiguo reloj
da en este momento nueve campanadas. Mañana domingo concluyo con esta especie
de diario. Por ahora seguiré caminando alrededor de este parque.
Tengo un conflicto interno;
no me acuerdo donde queda el hotel en que me hospedo, ni como se llama, para
colmo dejé el recibo en la mesa, espero no dar vueltas en un laberinto. Mañana
les cuento.
Comayagua, domingo 23 de
septiembre de 2012 10:32 AM
En efecto, me perdí, pero me acordé que
el hotel queda cerca del supermercado La Colonia, fui preguntando y así llegué.
Acabo de ir al museo, un verdadero
viaje en el tiempo, desde las eras prehistóricas hasta llegar al siglo XVIII.
Comienzo por el, tiene la estructura original desde que allí sentó la casa de
gobierno don Dionisio de Herrera el primer Jefe de Estado de la
patria, hasta el último; Marco Aurelio Soto, quién cambio la capital por
Tegucigalpa. Solo se le han hecho unos anexos para hacerlo mas grande.
De la era prehistórica hay unos fósiles
de un perezoso gigante, la representación de pictogramas en cuevas, la
cultura lenca; moldeares perfectos del barro. Piedras antiguas de moler maíz.
Sigue otra sala sobre lo encontrado en el valle comayagüense. Lo que más
me emociono; una carta del General Francisco Morazán, si bien no es original,
asegura la administradora del museo que es idéntica. Quise descifrarla, pero no
pude. En el corredor se puede apreciar la primera imprenta que trajo el general
al país. La administradora me explica que allí se imprimió el primer libro de
Honduras, sobre principios del algebra. La silla de Cabañas y un dormitorio muy
bien representado de la época del siglo XVIII, ver esa habitación es como
entrar en una máquina del tiempo que me lleva a ese periodo. La cama con su
respaldar, una biblia en Latín, grande y puesta como en la especie de un cofre
antiguo. Todos los muebles evidencian el paso de los años pero fieles
representaciones de épocas pretéritas. Una lámpara puede verse en una mesita, a
la par de la cama. Hay dos vestimentas, típico reflejo de la época. Por
último una representación en maqueta sobre El Guancasco, primera representación
dramática hondureña.
En fin, Comayagua tiene
maravillas, es como ver un cuadro de pintura lleno de nostalgias, alegría y predilección por
épocas pasadas. Ese museo tenía que estar lleno, el simbólico precio
de cuarenta lempiras no es nada. Es triste pero solo su servidor era quien
estaba allí. No amamos nuestra cultura.
Me despido de ustedes invitándoles que
visiten Comayagua. Ayer me acosté como a la una de la mañana, estuve trabajando
en un ensayo sobre la condición educativa del país. No lo he concluido, más
tarde en algún comedor de Siguatepeque lo terminaré y mandaré al blog. Hasta
pronto y gracias por leer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario