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17 sept 2012

Historias paralelas





Tengo un sueño, no  al estilo de Martin Luther King,  que es uno de los iconos norteamericanos,  más bien al estilo Morazán sin desmeritar él primero,  el que enfrento la muerte sin un ápice de temor, y desafió la mentira clerical. Todos los hondureños deberíamos tener un sueño en conjunto, comenzando lógicamente  por los sueños individuales con el único propósito de engrandecer Honduras.
La película Ágora la cual recomiendo  mucho, me hizo recordar la novela de Ramón Amaya Amador   Los Brujos de Ilamatepeque, cuando miré esa película me dije; sueño con llevar al cine  adaptando esta novela a un guión o hacer un documental bastante profesional  y dar a conocer  tanto nacional como internacionalmente lo que pasó en Ilama  a mediados del siglo XIX. Claro, si Dios me presta algunos años más de vida, o por lo menos desearía que otro lo hiciera profesionalmente para que nos quiten la venda de los ojos.
Alejandro Amenábar es el director de la  magistral película española. Ágora  nos enseña mucho sobre el peligro del fanatismo religioso, este drama histórico hace relación al famoso suceso de la  filósofa Hipatia, mujer bella y amante de la filosofía, gran matemática  considerada por cristianos símbolo del paganismo y  acusada de hechicería , fue asesinada y es uno de los tantos abominables crímenes  atribuidos a la iglesia, en la película su muerte   es vista sin tanto sufrimiento  al ser  asfixiada por consentimiento de  uno de sus  ex discípulos para no sentir  las pedradas de la turba cristiana que se imponía en ese entonces,  los acontecimientos  de la película  distan mucho de la realidad, además estamos hablando del año 391 d. C. sin embargo lo esencial es cierto y comprobado. No considero que la película haga una crítica a la idea cristiana sino al fanatismo.
La pasión de los personajes en sus credos y convicciones  es fácilmente  notable, la  filósofa interactúa con   sus discípulos como una gran maestra, una mujer pura, maravillosa en todas sus dimensiones.
Que tiene que ver con los Brujos de Ilamatepeque, pues el mismo drama, a los  hermanos Cano se les asesina con la mayor repugnancia  de una ejecución, por conspiración de la iglesia y la alcaldía del pueblo. Leer la novela los brujos de Ilamatepeque es conocer por boca de los Cano a Francisco Morazán. Ramón Amaya Amador a través de sus personajes describe acuciosamente al Morazán  cegado por la ignorancia de sus habitantes, al demonio de Centroamérica, el anticristo. Al parecer la religión siempre sale  vencedora por medio de las supersticiones y en este caso no fue la excepción
Pero al final la razón   sale triunfante.  Considero aquel acontecimiento de Alexanndria  paralelo al suceso de  no hace muchos años.

Dejo el link de la película y por favor no la mire si   está en poca disposición para disfrutar, prepare las palomillas  y hágalo con el tiempo suficiente por que dura dos horas.


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