“Estos países no pueden darse el lujo de la dignidad” lo dijo un ex
presidente del país. Dio a entender mucho en pocas palabras. Quiso decir: -Soy pobre, me voy a
prostituir, me importa un pepino lo que
piense la sociedad, mi pobreza no permite darme el lujo de tener vergüenza. Me
vendo al mejor postor. Así actúa el Estado hondureño y los empresarios que son
los que hacen el papel de dueños del burdel y los políticos demagógicos
el papel de zorras. Este par; políticos y empresarios, pegan el grito al cielo
cuando a Estados Unidos se le hace
afrenta en cuanto a las ideologías. Lo
primero que decían en el gobierno de Mel
Zelaya cuando este quiso cambiar de
cliente y unirse al clan chavista, era el temor a las deportaciones masivas, o
sea que los empresarios de ese entonces y algunos de hoy no quieren que estos
héroes anónimos regresen a su patria.
Les preocupaban y siguen preocupando las
remesas, mas que a los propios familiares de estas personas, que no es que se
van a pasear por ese país, sino a buscar las oportunidades que el estado no les
ofrece. Nadie quiere desintegrar una familia, ningún hondureño desea
encaramarse en el vagón de un tren. Tampoco gastar los zapatos de tanto
caminar, ni andar pidiendo en calles mexicanas. Nadie quiere cruzar un río con
el riesgo de morir ahogado. Ningún ciudadano desea ser secuestrado en ese éxodo que debe
llenar de vergüenza a estos países
centroamericanos con la excepción de Costa Rica
y Nicaragua. Ya cuando están allá tampoco desean la incertidumbre de una
deportación repentina.
Soñaré un poco. Nuestro anhelo es agarrar una maleta grande trabarla en
nuestra espalda, ponerse una cámara en
el cuello e ir a Estados Unidos a pasear y tomar fotos a la Estatua de la Libertad.
Honduras tiene los menores índices de corrupción en el mundo y en donde la
empresa privada cumple con el fisco hondureño. Es un país que debido a su
posición geográfica le ha permitido exportar tecnología y hacer intercambios
comerciales que permiten que la calidad de vida del hondureño sea igual o
superior al de un ciudadano de Suiza o Singapur. La exportación de piñas y bananas es historia,
la mayor fuente de ingreso son las patentes tecnológicas y el ensamblamiento de
vehículos y su fabricación. Espero que mis nietos vean repetirse el sueño de
una Corea del Sur en el país. Soñar es gratis vale la pena.
Es obvio que la dinámica de la economía hondureña se mueve gracias a las
remesas. Pero las remesas van a parar a la bolsa de los empresarios. Los
familiares que administran el dinero de la mayoría de los emigrantes y como lo ven fácil, gastan en aparatos
electrónicos, ropa hecha en Honduras, la
compran por el Made In USA de la etiqueta, los teléfonos, los centros
comerciales, comida chatarra de Norteamérica, todo lo relacionado en
tecnología. Por ejemplo al panameño de Ricardo Maduro, político y empresario.
Desempeñó los dos papeles antes mencionados. Su gran preocupación y lo que le
quito el sueño antes, durante y después del golpe era precisamente las remesas.
Es verdad que la calidad de vida de los familiares de los inmigrantes,
económicamente mejoran, pero a veces la
familia se ve afectada. Solo es el aspecto material pero lo más importante; los
valores morales, espirituales y culturales en su mayoría quedan en el retrete del servicio.
Entonces esa mediocridad empresarial y de algunos economistas debe
cambiar. El estado de Honduras con los políticos del momento permitió en los ochenta,
que llenaran de dólares su cintura al estirar
sus prendas íntimas para luego permitir que a los hermanos nicaragüenses se les invadiera. Es una parte de la historia
que me da vergüenza. ¿Qué ganamos al permitir la violación de la soberanía nacional, en los ochenta, para
utilizar de plataforma nuestro suelo con el fin del ejército norteamericano en
invadir Nicaragua? Nada absolutamente nada, más pobreza, más miseria, mas
desaparecidos.
Si hay algo que me pone verde como Hulk, es precisamente escuchar algunos empresarios
economista y políticos decir con una gran emoción y orgullo que las
remesas son la principal fuente del país
y que por favor no hablen mal de USA ya
que es nuestro mejor cliente. Ese
atenimiento enfermizo encoleriza a
cualquiera que tenga dignidad. Por un lado aconsejan a la población hondureña
que no abandonen su patria, ese camino es peligroso, pero por otro saca con
escobazos en el trasero al ciudadano al no crearle las condiciones para mejorar su calidad de
vida. Entonces cualquier ciudadano al ver esta pobre realidad donde no hay
medicamentos para su hijo, donde el sueldo no le ajusta y que trabaja por temporadas ¿Qué otra opción le queda?
Pero desgraciadamente para estos inescrupulosos políticos y empresarios la
dignidad no es una alternativa que les genere los activos para su burgués vida.
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